Por BDSMARGENTINA
Por Paula y Ciro
La asfixia erótica, también conocida como choking o breathplay, es una de las prácticas más extremas y peligrosas que podemos encontrar dentro del BDSM. Y esto se debe a que el riesgo de desmayo, lesión, generar condiciones médicas o incluso la mortalidad, es altísimo y casi sin preaviso.
No importa cuán bien realicemos estas prácticas y cuanta experiencia tengamos, no importa cuánto gesto de seguridad hayamos pactado, a veces no hay señal en el cuerpo que nos permita darnos cuenta que algo está mal y esto hace que una situación que debería ser placentera, se convierta rápidamente en una tragedia.
Así y todo, es una de las prácticas más conocidas y aceptadas. A muches les genera mucho placer sexual y morbo. La autoasfixia es bastante más peligrosa y se conocen muchos casos que terminaron en una fatalidad por realizar estas prácticas en soledad.
La asfixia por sí misma provoca excitación y euforia causadas por la adrenalina liberada cuando el organismo se encuentra en situación de amenaza, esto ya lo conocemos de varias prácticas. Y también puede aumentar la intensidad del orgasmo.
Dentro de lo que conocemos como asfixia erótica, tenemos dos formas de experimentarlo:
a) Obstruyendo la entrada de aire al cuerpo (tapando nariz y boca), ya sea realizando alguna práctica, con las manos tapando los orificios o utilizar algún elemento ajeno como una máscara o una bolsa en la cabeza
b) Cortando la irrigación sanguínea hacia el cerebro: nuevamente con las manos presionando sobre la arteria yugular o mediante algún dispositivo de ahorque (cinturón, cuerda, prensa, etc.).
Al ser una práctica de muchísimo riesgo, nuestro consejo siempre es no hacer tanto énfasis en la práctica en sí, sino acompañarla del acting, de una puesta en escena.
¿Qué significa esto? Significa que quizás aprieto suavemente el cuello y te hablo al oído y dejo de apretar pero te sigo agarrando dándote la sensación de que estoy apretando pero en realidad te estoy haciendo la cabeza y haciéndote sentir que aprieto más de lo que en realidad hago. Significa que todo el juego tiene que estar controlado y que si une lo condimenta con otras situaciones que hagan parecer que pero en realidad no, no va a dejar de sentir ese placer y puede disfrutarlo bajando el riesgo.
¿Cuántos segundos o minutos puedo apretar o controlar la respiración? No hay un tiempo, eso es re personal según cada persona y cada momento, por eso es una actividad tan riesgosa, porque unos segundos más de lo que nuestro cuerpo aguanta y podemos causar una fatalidad.
Sin embargo, como todo en el BDSM, vamos de a poquito. De a segundos. Conozcamos el cuerpo del otre o el nuestro, sepamos hasta dónde podemos llegar, conozcamos el límite. Dejemos claro un gesto de seguridad y repito gesto porque en ese momento poder hablar es casi imposible.
¿Qué sí podemos tener en cuenta? La técnica, la intensidad, cómo agarramos y en dónde, el color de la piel de quien lo recibe.
Tomemos a la práctica con el cuidado y respeto que amerita. Es una práctica extrema, es de riesgo, que puede ser fatal, así que no la bastardeemos, hagámosla con cuidado y respeto.
No podemos tener un consenso real si no conocemos los riesgos que implica cada práctica.
El placer debe siempre estar acompañado del conocimiento y cuidado.